miércoles, 28 de mayo de 2008

Todos nos equivocamos. La deferencia radica en que unos se equivocan por cobardía; no se atreven a dar ese paso, no se atreven hacer aquello que les encantaría por temor precisamente a equivocarse. No sabrán nunca si les hubiese salido bien. Los otros puede que también se equivoquen pero con la satisfacción de haberlo intentado. Quizá les ha resultado!!
Un tanto por ciento muy elevado de la gente que convive habitualmente conmigo pensaba que era una tontería que estudiase filosofía "no sirve para nada" dijeron después de haber hecho la pregunta del millón: ¿ eso te va a dar trabajo? "Te estas equivocando" añadieron. Pasé de todos y pese a mi de edad me atreví. Al día de hoy estoy totalmente convencida de que los que se equivocaban eran ellos. Más le valdría un poco de filosofía y menos televisión.

3 comentarios:

Raúl dijo...

Hola Ana!

Sin duda, es peor equivocarse por no haber hecho algo, al menos sienta peor... Nunca arrepentirse por haber hecho algo.

David Baz dijo...

Te comprendo perfectamente. Sobre todo esa sensación cuando te hacen la dichosa pregunta: Y eso... ¿Para qué sirve? Puede que nos hayamos equivocado pero yo de momento no me arrepiento (aunque a veces… en esos momentos de ira que suelen coincidir con las clases de lógica…lo mandaría todo a paseo) xD

Eli dijo...

En esos momentos en los que su irracionalidad pisa tu razón,puede entrate la duda. Siempre hay un argumento por pequeño que sea que te demuestra lo contrario y que hace más fuerte tu decisión. Porque al final es una actitud en la vida; pensar, razonar. Creo que hemos acertado, yo tampoco me arrepiento.